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comienzos del imperio egipcio |
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Periodo predinástico de Egipto
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Con el nombre de Periodo Predinástico de Egipto se conoce a la época (prehistórica e histórica) anterior a la unificación. Pertenece al Neolítico y muestra el proceso de formación del Estado Egipcio.
El final de las glaciaciones y la Revolución Neolítica
Entre los años 13 000 y 10 000 a. C., la temperatura empezó a subir gradualmente. El Norte de África comenzó a recibir abundantes lluvias, que formaron pastizales, especialmente junto a los lagos que existían en la región que actualmente ocupa el desierto del Sahara (al oeste del Nilo) y el desierto Árabe (al este del Nilo). El valle del Nilo era pantanoso: ya que las lluvias se sumaban al propio cauce de río, la humedad era muy alta. La presencia de pastizales atrajo a diversas especies de animales (por ejemplo burros salvajes), y estos, junto con la gran cantidad de gramíneas (cereales como mijo, sorgo y arroz africano, no cultivados todavía), atrajeron a los grupos humanos de caza y recolección
Hacia el milenio VI a. C., comenzaron a desarrollarse, en torno a pequeñas aldeas, actividades sedentarias de agricultura y ganadería, dando inicio al Neolítico en Egipto. La presencia de aldeas agrarias es relativamente tardía en Egipto, ya que desde el milenio IX a. C. comienza a desarrollarse en otras regiones del Cercano Oriente, tales como Palestina (Jericó), Anatolia oriental (actual Kurdistán turco), y los montes Zagros (actuales Irán e Iraq). La neolitización de Mesopotamia se produjo hacia la misma época que en el valle del Nilo, cerca del 5500 a. C.
A causa de las lluvias producidas en la actual Uganda, donde se encuentra el lago Victoria, una de las fuentes del Nilo, a finales de junio el nivel del río crecía, tomando un color verdoso, debido el arrastre de restos vegetales de los pantanos y lagos allí situados; más tarde, llegaban las inundaciones producidas por el deshielo de las montañas de Etiopía, que traían consigo arcilla rojiza. Terminadas las inundaciones el nivel del río descendía, dejando amplias áreas cubiertas de limo, compuesto por los sedimentos transportados por el Nilo (arcilla y restos vegetales). El limo fertilizaba, y el lugar abonado anualmente por el limo era fácilmente cultivable.
[editar] El Predinástico Primitivo (ca. 5500 - 4000 a. C.)
La neolitización egipcia comenzó a desarrollarse en los alrededores del yacimiento de el-Badari. Este está situado en el límite del Egipto Medio y el Alto Egipto, y fue el centro de una cultura conocida como badariense, extendida hacia el sur. Más adelante se desarrolló en el Bajo Egipto otra cultura independiente de la badariense, y menos avanzada. Merimdé, su principal yacimiento, está situado en la rivera occidental del delta del Nilo. También hay que destacar otra cultura algo más hacia el suroeste, en el lago el-Fayum. Aquí todavía continuaban siendo seminómadas, ya que aunque sembraban y cultivaban, se trasladaban de un lugar a otro para buscar nuevas tierras de cultivo, caza, pesca y recolección.
[editar] El Predinástico Antiguo (ca. 4000 - 3500 a. C.)
Hacia el 4000 a. C. comienza el predominio de al-Amrah y de la fase más antigua de Nagada (Nagada I), ambos situados en el Alto Egipto, más al Sur que el-Badari.
Este período se caracteriza por la amplia difusión de la cerámica (arcilla endurecida y cocida), muy pulida y de color opaco, y del comienzo de la utilización del cobre (periodo calcolítico). Se encontraron rastros de utilización del cobre para elaborar objetos decorativos. Además de la cerámica las clases sociales superiores utilizaban vasijas de tierra cocida y pintada. A pesar del uso de metales se seguía utilizando la piedra. Además del tradicional cultivo de comestibles, se introdujo el lino, con el que se confeccionaron vestimentas. Dentro de los periodos de la cultura egipcia se puede notar una gran uniformidad en el tratamiento diafano de la arquitectura en cuanto al uso de la luz.
En las tumbas de la época se encontró gran cantidad de estos objetos, además de lanzas y flechas, lo que hace suponer que existía la creencia de la vida después de la muerte, muy difundida más tarde. A parte de los ritos funerarios había ritos agrarios, con el objetivo de obtener la fertilidad de los campos. Jústamente en este período se elaboraron estatuillas similares a Hathor, la posterior diosa de la fertilidad y del matrimonio. Esta diosa está representada con cuerpo humano y cabeza y cuernos de vaca.
[editar] El Predinástico Medio (ca. 3500 - 3200 a. C.)
Durante el Predinástico Medio se desarrollaron dos culturas. Una de ellas, conocida como gerzeense, se extendía por el Alto y Medio Egipto, y llegaba hasta Nubia (situada en el área entre los actuales Egipto y Sudán). Su desarrollo comercial era amplio, esto se supone por los contactos culturales que mantenía con Libia, Siria, Mesopotamia y Elam. Ya en esta temprana época comenzó a desarrollarse la jerarquización político-social, afianzada posteriormente. En cuanto a la agricultura, era sedentaria, aunque, debido a la relativa aridez del suelo en el Alto Egipto, como complemento se seguían desarrollando actividades de pastoreo y caza seminómada.
Los principales centros de la cultura gerzense estaban en los yacimientos de Nagada II (segunda fase de Nagada), el-Kab (situada en la zona de la futura capital del reino del Alto Egipto, conocida como Nejen o Hieracómpolis), y Gerzeh. Gerzeh estaba situado al Norte del Egipto Medio, a la altura de el-Fayum, y da nombre al período, conocido como gerzense A. En las cercanías el-Kab se encontraron los ejemplos más antiguos y primitivos de los que sería el templo egipcio. Uno de ellos estaba hecho de adobe y era utilizado para resguardar a un animal sagrado. El "animal sagrado" hace recordar a manifestaciones religiosas similares de los egipcios de la época histórica posterior que tenían las distintas ciudades, como una especie de símbolo local. Además, en el arte cerámico (cerámica pintada) de esta época aparecen imágenes (personas bailando, barcos, animales, plantas, etc) que se asemejan a los futuros emblemas de las ciudades.
La otra cultura egipcia del período es la conocida como de Maadi (su principal yacimiento), desarrollada en el Bajo Egipto. El centro de Maadi estaba situado un poco más al sur del delta, donde el Nilo se abre en brazos. Se cree que esta cultura se basaba en el comercio con las sociedades sedentarias del Levante, y en la agricultura, dada la fertilidad del suelo (gran cantidad de limo sedimentado en el delta). La composición poblacional del Bajo Egipto era más compleja que la del Alto, ya que hay evidencias de elementos de población semita, de origen asiático.
[editar] El Predinástico Reciente o Protodinástico (ca. 3200 - 3050 a. C.)
Esta época coincide con las fases más tardías de los centros de Nagada (Nagada III, la última fase de ocupación), en el Alto Egipto, y de Gerzeh (período guerzeense B), en el Egipto Medio. Nejen o Hieracómpolis (yacimiento de el Kab), también al Sur, se erigió como uno de los principales centros políticos, y sus reyes ostentaban simbólicamente la corona blanca del Alto Egipto. Nejeb, ciudad situada en la otra orilla del Nilo, cerca de Nejen, era una ciudad santa consagrada a la diosa buitre Nejbet, símbolo, junto con la corona blanca, de la monarquía de Nejen.
La principal ciudad del Bajo Egipto era Buto. Situada en una isla occidental del delta del Nilo, se la considera heredera de la cultura de Maadi (cultura Maadi-Buto). Los reyes de la ciudad utilizaban de símbolo la corona roja, y se situaban bajo la protección de la diosa Uadyet. Busiris, en otra isla más al Este, era una próspera ciudad controlada, probablemente, por una aristocracia comercial, que adoptó a Osiris como dios local. Heliópolis era una prestigiosa y poderosa ciudad santa, consagrada al culto solar (su dios local primitivo era Tem, el sol poniente), su influencia llegaba incluso hasta el Alto Egipto. Cerca de Heliópolis, en el nacimiento del Delta, estaba Letópolis, ciudad comercial que controlaba el intercambio entre el delta y el curso alto del Nilo.
Periodo protodinástico de Egipto
De Wikipedia, la enciclopedia libre
Cuchillo ceremonial tallado en sílex y marfil. Guebel el-Arak. 3200 a. C.
El Periodo Protodinástico de Egipto (situado generalmente entre los años 3200 y 3000 a. C.) es considerado la fase final del periodo predinástico. Es conocido también como Dinastía 0 o periodo predinástico tardío.
La Dinastía 0 de gobernantes egipcios fue durante muchos años desestimada por los egiptólogos, siendo sólo reconocida a partir de las excavaciones de Emile Amelineau y Flinders Petrie en el cementerio de Umm el-Qaab (Abidos), entre finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, y también por las excavaciones de James Edward Quibell en Nejen (Hieracómpolis).
Está asociada al final de la época predinástica, también denominada periodo de Naqada III. En ella se incluyen varios gobernantes que reinaron en el Alto Egipto entre el 3200 y el 3100 a. C.: Horus Ro o Iry-Hor (c. 3200 - 3175 a. C.), Horus Ka o Ka-Sehen (c. 3175 - 3150 a. C.) y Horus Escorpión o Serket (c. 3150 - 3100 a. C.)
Estos gobernantes oriundos del Alto Egipto son blanco continuo de debate, relativo a la extensión de sus reinos en época tan antigua de la historia de las civilizaciones humanas, aún después de las recientes excavaciones realizadas por el Instituto Arqueológico Alemán en Abidos y de las dirigidas hasta hace poco tiempo por Michael Hoffman y Barbara Adams en Hieracómpolis.
La identidad de estos primeros reyes figura en la Piedra de Palermo, casi 700 años posterior, y otras listas de faraones que se hicieron unos 2000 años después, como las de Abidos, Saqqara o el Canon Real de Turín. La más antigua representación de un posible gobernante se ha encontrado en una vasija de Abidos, y data de la época en que esta ciudad era un enclave funerario de la capital, Tinis. Se representa, junto a una mujer embarazada, a un hombre ataviado con el shenti (faldilla), y una pluma en la cabeza, sosteniendo una maza, en una postura que se repitió después en las representaciones reales.
En este periodo surgen las primeras auténticas ciudades, tales como Tinis en Abidos, Nubet en Ombos, Nejeb en Eileithyaspolis, Nejen en Hieracómpolis, Per-Montu en Hermontis, Uetyeset-Heru en Edfu, y Ab en Elefantina.
Son típicos de esta época los magníficos vasos tallados en piedra, los cuchillos ceremoniales, como el de Guebel el-Arak, las paletas para cosméticos, o las cabezas de mazas votivas y de guerra.
Faraones conocidos
- El soberano Iry-Hor de la Dinastía 0 está reconocido como gobernante de Tinis, pudiendo haber sido durante su reinado cuando la poderosa ciudad de Naqada (o Nagada) fue conquistada.
- Ka-Sehen prosiguió las conquistas de su antecesor, en dirección al sur, posiblemente hasta la frontera con el reino de Nejen o Hieracómpolis.
- En relación a Serket, parece probable el hecho de la unificación del Alto Egipto durante su reinado, debido a su representación en la maza del Depósito Principal de Hieracómpolis que lo muestra tocado con la Corona Blanca del Alto Egipto (hedyet). Queda, sin embargo, la duda sobre si conquistó también el Bajo Egipto, o si esa tarea habría sido desempeñada por su sucesor Narmer (c. 3100 - 3040 a. C.), que pudo ser el último gobernante de esta dinastía, o el primero de la dinastía I.
Periodo arcaico de Egipto
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El periodo Arcaico, o época Tinita o periodo Dinástico temprano (c. 3100 - 2700 a. C.), es el comienzo de la historia dinástica del Antiguo Egipto. Según Manetón, la capital del Imperio durante este tiempo fue Tinis, o Tis, de donde proviene el nombre Tinita, aunque no hay vestigios arqueológicos que lo corroboren. En esta época gobernaron sólo dos linajes de reyes, denominados primera y segunda dinastía; los primeros faraones se consideran los unficadores de Egipto.
La expansión de la monarquía
En los inicios de este período se empieza a vislumbrar el sistema de organización estatal que sería casi constante en toda la historia del Egipto antiguo. En esta época parece ser que la capital se trasladó de Nejen (en griego Hieracómpolis), capital antigua del Alto Egipto, a Menfis, situada cerca de donde el Nilo se abre en varios brazos. La monarquía poseía un destacado carácter militar, el rey en persona o sus delegados mantenían a la raya a los nómadas (en general libios de la frontera occidental), a su vez aseguraban, en el Sur y el Este, el control de las minas (de oro y piedras preciosas). Justamente, Egipto avanzó hacia la Primera Catarata, absorbiendo las ciudades de Elefantina y Siena (actual Asuán), de poco desarrollo agrario pero centros mineros y comerciales, además de puntos estratégicos para la expansión hacia Nubia. Ya del segundo faraón Aha se tiene constancia de expediciones a Nubia. En cuanto a los nómadas, se sabe que Aha recibió tributo de los libios, y que su sucesor Dyer realizó expediciones hasta el mar Rojo (estas estaban generalmente vinculadas con la explotación de las minas de la región). También constan campañas en época de Den al Sinaí (para el control de la minas) y contra los libios.
El estado dirigía una política cultural hacia la asimilación mutua entre el Alto (de donde provenía la monarquía) y el Bajo Egipto. Esto se realizaba mediante:
- En primer lugar, la adopción por parte del faraón de simbolismos del Norte y del Sur, como la corona roja del Bajo Egipto y la blanca del Alto Egipto.
- Celebraciones simbólicas de la unificación, atestiguadas en el reinado de Aha.
- Alianzas matrimoniales: Dos reinas, Neithotep (de Aha) y Merytneit (de Dyer y regente de su hijo Dyet), poseen en su nombre el de la diosa guerrera Neit, oriunda del la ciudad de Sais, en el Bajo Egipto; tal vez se trate de matrimonios mixtos entre el rey y miembros de la nobleza de Sais. Esto también es prueba del peso político y religioso de la ciudad de Sais. Los matrimonios mixtos también se realizaban entre la nobleza.
- Construcción de templos en el Bajo Egipto.
- Asimilación de estilos arquitectónicos del Norte y del Sur, especialmente en las tumbas reales. Estas se situaban tanto en Abidos (Alto Egipto) como en Saqqara (Bajo Egipto).
[editar] Economía y sociedad
La economía egipcia está íntimamente vinculada con el aparato político. Los faraones promovían obras de canalización para riego, aumentando el rendimiento agrícola, posibilitado por un estado fuerte y unificado (aunque pronto se vería envuelto en guerras civiles, que serán detalladas más tarde). Según algunos autores, en un primer momento los nomarcas eran funcionarios que organizaban construcción de canales, aunque tienen apariencia de ser jefes locales más que funcionarios; en cualquier caso pronto se transformarían gobernadores (nomarcas) de las provincias o nomos. Las fuentes griegas posteriores recogen tradiciones que afirman la construcción de Menfis, la capital, por el primer faraón (llamado por ellos Menes), de todos modos, aunque sea poco fiable el dato, la arqueología atestigua la construcción de Menfis por esta época (c. 2900 a. C.), y por lo tanto el desarrollo urbano, lo que concuerda con el desarrollo agrario, que provoca mayor acceso a productos alimenticios y crecimiento de la población. Además, Saqqara, cerca de Menfis, era uno de los principales centros de enterramiento real. El comercio era cada vez más amplio, teniendo dos principales corrientes: Nilo arriba (Nubia) y hacia el llamado Levante (franja costera más oriental del Mediterráneo, que incluye los actuales Israel, Jordania, Líbano, Siria y los Territorios Palestinos). El comercio con Nubia era predominantemente terrestre, ya que las sucesivas cataratas impiden la navegación mucho más allá de Elefantina, en la frontera con Nubia. El Levante era su principal fuente de madera. Del final del período arcaico se hallaron restos de cerámica que muestran barcos con remos. De esto se podría deducir que en esta época se produjo una revolución tecnológica, y también el aumento del comercio, tanto porque los barcos servían para el transporte de mercancías, como porque la madera provenía del Levante (especialmente del actual Líbano). En cuanto a Nubia y el frente Sur y Este, la expansión militar aseguraba la explotación minera (piedra y oro).
Recipientes para almacenar vino, de época tinita. Abidos
El comercio internacional servía para satisfacer demandas de primera necesidad (madera, metales para producción de bronce, piedra) así como artículos de lujo (incluidos metales y piedras preciosas). Además, por motivos sociales (culto funerario, ostentación) y políticos (demostración de poder), había gran demanda local para la construcción de objetos funerarios, estatuas reales y todo tipo de monumentos, que era satisfecha mediante la presencia militar en áreas productivas.
En cuanto a la satisfacción de las necesidades básicas de la población, la producción alimenticia ascendía en forma de impuestos al aparato político, almacenándose en los llamados silos reales, y era redistribuido entre la población no rural. En este sector se comenzaban a constituir los artesanos, dedicados en modo particular al trabajo de madera y metal. El resto de la población la constituía el sector dedicado al comercio (fluvial e internacional) y la que formaba parte del aparato político (ejército, burocracia, familia real).
En esta época los dioses locales de las ciudades y centros religiosos comenzaron a tomar importancia nacional, muchas veces mediante el llamado sincretismo o asimilación de dioses y cultos de distintos origen. Uno de los casos más relevantes es el de Osiris, un dios benefactor relacionado con la fertilidad, el comercio y, sobre todo, la vida después de la muerte, originario de la ciudad bajo-egipcia de Busiris, que fue asimilado un dios de características similares de la ciudad alto-egipcia de Abidos, ciudad que consolidó su autoridad como centro religioso y funerario (allí eran enterrados los faraones), más aún al adoptarse a Osiris y a su hijo Horus dentro del simbolismo de la realeza.
Posiblemente en esta época se comenzó a gestar el mito de las guerras entre Osiris y Horus contra Seth, aunque su redacción definitiva es posterior.
[editar] Indicios de conflictos internos
Parecen relacionarse, en un modo simplificado, con una oposición del Bajo Egipto al centralismo de la monaquía del Alto Egipto. Ya se comienzan a evidenciar en el reinado de Adyib, quien al parecer tuvo que enfrentar rebeliones en el Bajo Egipto, a pesar de algunas señales de acercamiento, como su matrimonio con una menfita. Su sucesor, Semerjet, parece ser un usurpador. Ambos reyes, así como un tercero, Qaa, fueron enterrados, como sus antecesores, en Abidos (Alto Egipto); además de Qaa se conoce una estela en la que utiliza símbolos como el dios Horus (hijo de Osiris y por los tanto relacionado con Abidos) y la Corona Blanca del Alto Egipto, en lugar de la Corona Doble*.
Todo ello evidencia una inclinación de la monarquía hacia el Alto Egipto y un proceso de sedición por parte del Bajo. Si bien estos indicios se diluyen en los reinados de sus sucesores Hotepsejemuy (quien incluso fue enterrado en Saqqara, en el Bajo Egipto) y Nebra, serían antecedente de disturbios más graves ocurridos algo más tarde.
Peribsen eliminó al dios Horus de la simbología real y lo reemplazó por el dios Seth, lo recuerda al mito de la guerra entre Horus y Seth. Así, da la impresión que la guerra civil desencadenada bajo su sucesor Jasejem poseía un marcado carácter religioso, siendo una guerra entre seguidores de uno y otro dios.
La rebelión llegó a atacar la ciudad de Nejet, antiguo centro religioso de la monarquía del Alto Egipto, lo que de una idea de su magnitud. Finalmente Jasejem se impuso, como lo demuestran los relieves de las bases de dos estatuas, en las que se muestran los enemigos muertos y en las que el rey es representado significativamente con la Corona Blanca del Alto Egipto*. Tanto el cambio de nombre de Jasejem (que significa "un poder") a Jasejemuy ("dos poderes"), como el regreso a la simbología de Horus tras las modificaciones de Peribsen, nos inducen a pensar que los rebeldes del norte tomaban como emblema al dios Seth, en contraposición al Horus de la monarquía.
[editar] El origen de las ciudades del mundo mediterráneo
La historia de Egipto se inicia con el desarrollo de poblados agrícolas y ganaderos en el fértil valle del Nilo, en las mesetas cercanas al río, que paulatinamente se transformaron en asentamientos fluviales con el fin controlar los sistemas de irrigación. El río Nilo era la gran vía de comunicación constituyendo el principal elemento vertebrador del territorio.
Estas ciudades se conformaron con calles paralelas al río, cruzadas por otras perpendiculares que desembocaban en él, casi siempre formando ángulos rectos, originando, de forma natural, los primeros trazados urbanos ortogonales (plan hipodámico).
En el milenio III a. C. surgen en Egipto más de treinta ciudades, a lo largo del valle y el delta del Nilo. Este es el nombre actual, o helenizado, de estas nuevas ciudades (o sus necrópolis), por orden alfabético:
Abidos, Abu Gurab, Abu Roash, Abusir, Ajmin, Acoris, Amra, Armant, Asiut, Atribis, Bet Jalaf, Beni Hassan, Buhen, Buto, Coptos, Dendera, Edfu, Elefantina, El Badari, El Kab, Gerzeh, Giza, Heliópolis, Heracleópolis, Hermópolis, Hermontis, Hieracónpolis, Hiu, Kom Abu Billo, Kom el-Hisn, Kom Ombo, Menfis, Naqada, Qina, Qus, Saqqara, Siena, Tasa, Tarjan, Tebas, Tinis, y Tod.
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